• De polímero natural: acetato, cupro, liocel, viscosa, etc.
• De polímero sintético: poliéster (PES), poliamida (PA), polipropileno (PP), etc.

algodón, lana, lino, soja, etc.

El proceso comienza con el acondicionamiento de las fibras mediante su limpieza, para que queden sueltas y libres de cualquier impureza que pueda dañar el hilo resultante. La operación de cardado separa las fibras y las dispone en cintas; el resultado suele ser irregular, por lo que estas cintas procedentes de la carda pasan por diversos estirados y doblados para conseguir un resultado homogéneo. Con las fibras dispuestas de forma homogénea se las somete a un nuevo estiramiento y una ligera torsión. Así se obtienen las mechas listas para el hilado.

La mecha en hilo se va transformando mediante la aplicación de torsión y afinado de forma simultánea hasta lograr el resultado deseado (resistencia y diámetro del hilo). Durante este proceso final se retiran también todas las posibles fibras más cortas e impurezas mediante un peinado, con lo que se obtienen hilos muy finos y regulares.

Esta etapa varía en función del tipo de tejido. Si se trata de tejido de calada los procesos llevados a cabo son:

Figura: principales etapas en la producción del tejido (Fuente: Aztlan Soluciones)

Con el objeto de mejorar la uniformidad de las fibras, así como sus propiedades hidrofílicas y su afinidad por colorantes y productos de acabado, durante la etapa de pretratamiento se lleva a cabo la separación de las impurezas de las fibras y la liberación de las tensiones en las fibras sintéticas.

Para el caso de las fibras sintéticas el pretratamiento consiste en el lavado de las fibras para eliminar los agentes de preparación y las colas que se han aplicado en las etapas anteriores y en su termofijación.

Proceso a través del cual se dota de color al tejido mediante el empleo de diferentes sustancias químicas y auxiliares. La composición química de los colorantes varía en función del tipo de fibra textil a teñir.

La tintura consta básicamente de cuatro etapas:

Figura: principales etapas en el proceso de tintura (Fuente: Aztlan Soluciones)

Se trata de un proceso para la aplicación de color a un sustrato, pero en lugar de colorear el sustrato entero el color se aplica sólo a unas áreas definidas.

La estampación puede realizarse con pigmentos o con colorantes solubles, existiendo una gran variedad de máquinas para llevar a cabo este proceso: estampadora de cuadro plano, estampadora rotativa, estampadora jet, etc.

Se componen de un conjunto de tratamientos que sirven para dar al textil las propiedades finales deseadas (antiestático, ignífugo, suavizante, hidrófobo, etc.). Los tratamientos físicos son denominados acabados, y los tratamientos químicos, aprestos.

El recubrimiento de un tejido consiste en la aplicación del polímero directamente sobre el sustrato textil (como un líquido viscoso).

En cambio, cuando hablamos de un tejido laminado, se trata de uno o varios sustratos textiles combinados mediante el uso de colas o la aplicación de calor y presión con una película o membrana de polímero preparada.

El lavado del producto textil puede realizarse con agua o, para el caso de tejidos delicados, en seco mediante el uso de un disolvente.

Permite eliminar o reducir el contenido de agua de las fibras, hilos y tejidos después de los procesos en húmedo. Existen diferentes métodos para realizar el secado de las materias textiles: centrifugado, prensado, en rame, hot-flue, etc.